“El intercambio banal, pero emocionalmente importante, que transcurría en esa fantasía me hizo pensar sobre la naturaleza del juego”, dice Cooper.

El resultado de esa reflexión fue Alter Ego. Cooper mezcla arte, fotografía, informática y algo de psicología para ahondar en lo que significa para el individuo tener una identidad de fantasía.

En la serie de fotos contrapone la imagen de la persona real con la de su avatar en los diferentes juegos de realidad virtual de la red. Una joven pareja francesa, discreta y tranquila, tiene su representación virtual en dos superhéroes musculosos y de atuendo chillón. Un estudiante estadounidense con sobrepeso es Gaenank, un personaje de melena rubia, con una espada en cada mano. Un profesor de universidad coreano se convierte cada día en una educada niña rubia con coletas…

El artista pasó tres años fotografiando a usuarios de países tan diferentes entre sí como Corea, China Estados Unidos y Francia. La colección fue publicada en un libro en el año 2007.

Junto a las fotos hay testimonios de cada jugador que funcionan como pistas para explicar la elección del avatar. A veces los retratos virtuales son fieles, en otros casos no tienen nada que ver, son versiones rejuvenecidas, idealizadas o perversas, siempre dependientes del carácter, los anhelos, sueños, pesadillas y pequeñas manías de la persona real que esconden bajo vestuarios excéntricos, peinados ostentosos y cuerpos artificiales.
Jason Rowe juega al Star Wars Galaxies, un juego de rol virtual inspirado en La Guerra de las Galaxias. Allí es un tirador con una armadura que cubre hasta su rostro, un detalle que recuerda a la mascarilla que Rowe, en silla de ruedas y de huesos frágiles, lleva en la realidad. “Cuando estoy online no importa el aspecto que tengo. En el mundo real la gente se puede sentir incómoda antes de conocerme a fondo y darse cuenta de que soy igual que ellos”.
Con su avatar puede ir en moto, luchar contra monstruos o tomarse algo en la cantina con sus compañeros de aventuras, tras los que también hay personas reales.

Rowe es uno de los protagonistas del proyecto de Robbie Cooper (Reino Unido, 1969). El artista retrataba al director general de una compañía cuando el ejecutivo le comentó que usaba los juegos de realidad virtual para relacionarse con sus hijos. Estaba divorciado y no los veía a menudo, así que se reunía con ellos en Everquest (EQ), un juego de rol online en 3D, de guerreros, magos y chamanes. Allí, cada uno con su personaje, hablaban de la rutina diaria de la realidad
ALTEREGO 2007